Antes de la llegada de Covid-19, los influencers empezaban a notar falta de confianza por parte de consumidores y marcas, que los comenzaban a ver de forma crítica, debido a las malas prácticas que durante años han llevado a cabo ciertos representantes de este colectivo.
Durante la cuarentena, esa situación ha continuado igual. De hecho, un 26% de las quejas presentadas por consumidores británicos, relativas a publicidad on line, tienen que ver con acciones llevadas a cabo por este colectivo, según apunta la Advertising Standars Autorithy, que pone de manifiesto que los consumidores le permiten cada vez menos a los influencers.
La crisis que ha generado la aparición del Coronavirus, además, ha paralizado la mayoría de grandes inversiones en publicidad en casi todos los sectores, incluyendo las destinadas al marketing con este tipo de prescriptores. Según informes publicados durante la cuarentena, casi un 40% de empresas decidió en los últimos dos meses reducir la inversión que tenía prevista realizar en esta materia.
¿Significa eso que hay que dejar de trabajar con ellos? Para nada. Hay muy buenos profesionales y trabajar con ellos es una muy buena herramienta para generar comunidad, engagement, visibilidad para una marca o producto, ampliar mercado o presentar productos…
Os dejamos algunos consejos (tips) a tener en cuenta en estos casos:
- Hay que analizar perfiles y estadísticas. Es básico. Solicitarles su media kit (dossier, que incluye los datos más relevantes de la figura con la que queremos trabajar) nos puede ayudar mucho.
- Estudio de valores. Hay que saber si concuerdan con los de nuestra empresa, ya que uniremos nuestra imagen a la suya.
- Estudio de su comunidad. ¿Está entre ellos el target (público) al que queremos dirigir nuestro mensaje? Si la respuesta es no, ese perfil no es el correcto.
- ¿Interesa trabajar con los más reconocidos? Sí o no, dependiendo de las respuestas anteriores.
Si necesitáis ayuda en este campo, no dudéis en contactar con nosotros.